jueves, 19 de noviembre de 2009

PENÁCHOS TÉRMICOS Y PUNTOS CALIENTES

Las plumas mantélicas o penachos térmicos representan una de las mayores expresiones del calor interno del planeta Tierra. Se trata de una fuente de material caliente, que asciende desde el límite del núcleo con el manto, en forma de largas columnas verticales, que al llegar cerca de la superficie, producen una serie de fenómenos conocidos como puntos calientes (“hotspots”), ya que la mayoría de las veces tienen asociado una intensa actividad magmática y volcánica (los puntos calientes se caracterizan por presentar una vasta corteza hinchada, actividad volcánica intensa, y elevados flujos calientes).





Los fenómenos que se van a desarrollar en la superficie van a depender del tipo de corteza que se encuentra sobre dicho penacho térmico. Así la manifestación de dicho punto caliente en la corteza oceánica será la formación de una cadena de volcanes, que si llegan a emerger dan lugar a un archipiélago de islas alineadas, debido al movimiento de las placas sobre el penacho, como las Hawai. Si ocurre en la corteza continental, esta al ser más gruesa los fenómenos volcánicos que manifiesta suelen tener menor importancia, en cambio el calentamiento de la base de la corteza va a provocar el levantamiento de la región formando una meseta elevada. Si persiste el fenómeno la litosfera sufre un agrietamiento o rifting.



Un elemento clave de los puntos calientes es que se supone que son estacionarias. En otras palabras, se mueven poco, especialmente en comparación con las placas tectónicas de la Tierra.

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