sábado, 17 de octubre de 2009

EL MAGNETISMO TERRESTRE Y LA EXPANSIÓN DEL FONDO OCEÁNICO

El magnetismo de la Tierra se conocía desde mucho tiempo atrás con el uso de la brújula. Pero la brújula no apunta exactamente al norte geográfico, existen una "declinación". Esta declinación magnética, la "inclinación" con respecto a la horizontal, inclinación magnética, y la intensidad del campo magnético, definen dicho campo en un determinado lugar de la superficie de la Tierra.


El campo magnético de la Tierra se parece bastante al campo dipolar (con dos polos) de un imán situado en el centro del planeta.


No todas las sustancias pueden ser imanes. Existen tres principales tipos de sustancias: las ferromagnéticas, que se pueden convertir en imanes por inducción magnética al estar sometidas a un campo magnético y adquieren lo que se conoce como "magnetismo remanente"; las paramagnéticas, que se imantan muy débilmente sin convertirse en imanes; y las diamagnéticas, que no se imantan.

Una serie de minerales formados a partir de la lava que se enfría (como pueden ser las que salen en las dorsales oceánicas) son sustancias ferromagnéticas, que al formarse se convierten en imanes y se orientan paralelos al campo magnético terrestre que hay en ese momento (como las brújulas). Por tanto la roca que se forma al solidificarse “atrapa” a los cristales de estos minerales orientados y guarda la dirección del campo magnetico. En este caso se llama "termomagnetismo remanente". La temperatura en la que adquieren el magnetismo las rocas se llama "punto de Curie".

Mediante magnetómetros podemos estudiar el magnetismo remanente de los minerales ferromagnéticos de esas rocas y conocer la dirección del campo magnético terrestre en épocas pasadas. De esta forma se descubrió que muchas rocas tenían un magnetismo remanente en la dirección contraria al campo magnético actual. La explicación a esto era que la dirección del campo magnético terrestre ha cambiado a lo largo del tiempo.
Las mediciones magnéticas de la corteza oceánica ponen de manifiesto una distribución en bandas de anomalías positivas y negativas. La explicación a esta distribución del bandeado magnético fue atribuida a la expansión del fondo oceánico junto con la inversión del campo magnético por F.Vine y D.Matthews en 1963. El resultado es que el dibujo de bandas magnéticas se distribuye de forma simétrica a ambos lados del eje de la dorsal, lo que confirma dicha expansión.



1 comentario:

Anónimo dijo...

Hola, sabiprofe.
Creo que el polo norte de un dipolo magnético, o la tierra en su caso es el polo positivo, o lo que es lo mismo, el polo del cual salen las líneas de campo, no por que que entran.
Su alumno favorito,
Yo